lunes, mayo 31, 2010

Tú o tu personaje?



Esas ganas de "encontrar" rasgos identificables del autor en sus personajes, que tan frecuentemente manifiestan los lectores. Esa tendencia que como lectores nos lleva a extrapolar sucesos que se narran dentro de una historia de ficción, como huellas de las vicisitudes biográficas de su autor. Quizá también, a veces, eso mismo, simétrico, en el propio autor, por si sus personajes le brindan algún aura...por si le transfieren algo que le permite embellecer o modificar beneficiosamente la versión pública de su auténtica peripecia vital, mejorar los rasgos de su verdadera personalidad de individuo que no sólo es autor. (Aunque sea, incluso, confiriéndole un perfil más siniestro, o más maldito, o de superviviente, cuando quizá ha tenido una vida sin demasiados sobresaltos, convencional).
Después llegarán los biógrafos (o los periodistas) "interpretando" todo ese material que siendo estrictamente literario desembocará, quizá, en un nuevo aspecto público del autor, en una personalidad aparentemente fidedigna, creíble, pero puede que reconfigurada a partir de intuiciones poco contrastables, consecuencia de la interpretación imaginativa de las aparentes coincidencias con la vida del autor que se asoman en la obra del biografiado, de una pretensión del biógrafo por parecer enterado o perspicaz, que a partir de fragmentos o sustratos de la obra de su biografiado que guardasen algún parecido remoto con la vida conocida y contrastable del autor biografiado le permitan "imaginar" otra biografía que al biógrafo le parezca más real o más completa, que desvela algo, que retrata mejor al autor que pretende biografiar. Así es como pueden producirse curiosas paradojas: que la obra de ficción contenga mucha verdad a pesar de ser mayormente ficción imaginada, y que la biografía sea, de tan poco científica, mucho más fantástica que la obra del biografiado, pero con pretensiones de ser cierta.