miércoles, diciembre 23, 2009

galgos y dromedarios


Rod, según Wikipedia:

"Los rods son errores de observación descritos por algunos seguidores de la criptozoología y la ufología, como supuestos fenómenos o criaturas pseudocríptidas; que se dice que son detectadas en cambio en la forma de ciertas distorsiones apreciables en los paisajes, especialmente en grabaciones de video o fotografía". ¡Uf!

Mikel Urmeneta (Kukumutxu) me ha llevado a Wikipedia. Al volver me he dicho: tanto me da si éstos 'rods' son descritos por ufólogos, me servirían lo mismo si fueran descritos por un estanquero o un encurtidor, lo que me interesa es el "error de observación", el color inconsciente de los lentes con el que miramos las cosas, eso que acaba aceptándose con naturalidad que es lo que hace que veamos cada cual las cosas de un modo. Es necesaria y urgente alguna objetividad o nos volveremos locos. Una cosa es que cada cual escojamos qué parte del paisaje admirar, y otra que, amparados en la libertad y la subjetividad, demos validez a las distorsiones. A las visuales le solemos poner remedio (yo mismo uso gafas), ya es más raro que remediemos las auditivas (cada vez hay más sordos que ni siquiera lo saben o que por no llevar pinganillo prefieren seguir oyendo mal), pero lo que sin duda es más preocupante es la distorsión en la percepción, con el consiguiente juicio absurdo que predispone, al que cada vez más gente se abona impunemente y esperando una validación automática del prójimo. A mí me preocupa. Un dromedario no es un galgo con joroba.

lunes, diciembre 14, 2009

espejismo autobiográfico






Me pongo la máscara, me quito la máscara/
busco otra máscara/ voy descarándome”

Darío Jaramillo, de su poema Canción.




Cuando estoy escribiendo algo muy autobiográfico,
ligado a las particularidades de la vida cotidiana,
mi deseo va en dirección opuesta. El libro se convierte
en uno de invención, sin relación aparente conmigo
mismo y, tal vez por esa misma razón, más sincero.

Italo Calvino




Narrar es como jugar al póker:
el secreto consiste en parecer mentiroso
cuando se está diciendo la verdad

Roberto Piglia




Tres ejemplos distintos de la preocupación del escritor por aparecer "debidamente", por asomarse de un modo auténtico, pero que sin embargo les obliga a hacer piruetas: fingir que no es verdad lo que es cierto, que entre máscara y máscara, alguna que nos lo pueda parecer, no es otra más, sino el auténtico rostro sin singuna, o hablar en apariencia de otro para en realidad hablar de uno mismo.
Javier Cercas, este domingo en el dominical de El País, especulaba, sobre el interés de una biografía si se trata de la de un autor, porque según él, la que nos debería interesar es la que se asoma en lo que han escrito. Lo que se asoma a veces de estos modos tan esquivos, tan disfrazados.

(Este blog sobre espejimos -hoy le ha tocado al de la identidad autobiográfica del escritor- es el espejismo de otro blog también sobre espejismos, y hoy, para confundir un poco más, se ha convertido en el espejismo de otro blog que no va de espejismos, salvo en la medida en que toda la literatura sea por su propia naturaleza un espejismo; algo de lo que no sé si debería ocuparme en este blog o en alguno de los otros dos, ambos espejismos de psicología o de sociología, más literarios que científicos, todo lo cual me divierte y me preocupa según los días.

domingo, diciembre 06, 2009

No tener tiempo...


“No tengo tiempo”...,dicen. Es un fenómeno curioso. Quienes más cosas interesantes hacen son también quienes disponen de un mayor margen para curiosear otras nuevas, es como si el tiempo les cundiera más; hacen un montón de cosas y aún pueden añadir algunas otras más,constantemente, como si sus agendas fueran flexibles y el tiempo se les multiplicara. A los otros, a los que dicen no tener tiempo, el tiempo les cunde poco, se les va de las manos, continuamente lo persiguen, lo miden, lo acotan, y para que les rinda, renuncian, desgajan, se retiran, fraccionan, minimizan, y siempre da la impresión de que como resultado tienen aún menos tiempo. ¿Es sólo una impresión?

Para los pragmáticos, Juan Cruz brinda en su último post unos consejos:
http://blogs.elpais.com/juan_cruz/2009/12/instrucciones-para-ganar-tiempo.html

lunes, noviembre 02, 2009

El espejismo del sentido



Wittgenstein, en el prólogo de su Tractatus, manifiesta su certeza de haber resuelto con el libro todos los problemas. (¡Nada menos!) Añadía que ello servía para tomar conciencia de lo poco que importa haber resuelto los problemas.

Cada solución engendra un nuevo problema, no cabe sino “ir solucionando”, pero nunca lo tendremos “todo” solucionado. Hay algo más: el sentido (el de las cosas, el sentido de la vida, o el del hombre), algo que quizá sea un espejismo: Ciorán ha escrito cosas sobre esto, y Jean Améry, que para algunos deja a Ciorán en nihilista de salón, autor de Años de andanzas poco magistrales, dice en su libro que “no, no ha valido la pena”, y coherentemente se suicidió en un hotel de Salzsburgo.

martes, septiembre 15, 2009

Vengo a decir que no sé nada


Estoy enfermo, leo los comentarios de los blogs y los que la gente suele dejar en las webs.
La enfermedad no es la causa (eso se trata de simple curiosidad), es la consecuencia de la gran proporción de comentarios absurdos, perfectamente idiotas, que algunos días me causa una indigestión equiparable a las que se suelen producir en verano cuando uno acaba comiendo en sitios que no conoce y pagando las consecuencias de su falta de higiene. No hay tratamiento oral para esto. Pero hay uno psicológico: reirse. Tomado con el debido sentido del humor dejan de ser decepcionantes o estúpidos para poder ser considerados chistes geniales.
Hay tipologías de comentarios idiotas/geniales:
_ el que escribe su comentario para decir que en realidad no sabe nada del asunto ni tiene una verdadera opinión. Es como aquel chiste en que alguien se presenta a propósito de un anuncio de empleo para informarles de que no cuenten con él.
_ otros, pareciendo de la especie anterior, tras confesar que no saben nada sobre el asunto, no obstante esa aplastante consideración, añaden alguna valoración, algún juicio. Si los anteriores parecen tontos, estos son unos soberbios.
_ están los que se equivocan de espacio, de web, de blog. Pueden entrar en uno de literatura para confesar que no leen; suelen dejar unos comentarios ilegibles, plagados de aberrantes faltas de ortografía, de confusas sintaxis, y emplear un léxico inapropiado. Es como presentarse en una cancha en mala forma física y retar a alguien que se ve que está en buena forma, un despropósito.
_ los amigos que no se ven hace tiempo: dejan un comentario en el sitio, ajenos a cualquier otra consideración. A mí me parece que es como descubrir en la sala de teatro que conoces a uno de los actores, que fue, pongamos, tu compañero de pupitre en el colegio, y empeñarte en saludarle mientras está actuando, y que encima esperes que te devuelva el saludo desde ahí.
_ el muchomorro es alguien que se pega a los sitios que tratan sobre algo relacionado con un trabajo académico o escolar que quiere evitarse y solicita ayuda directamente, sin ningún pudor. "¿Me podrías hacer un resumen?". (Así tal cual lo he leído en un comentario de alguien que pretendía que el autor de la web le solucionara el trabajo trimestral de una de sus asignaturas).
Otro día quizá me explaye con otros.
¿Qué es lo que creen que es una web o un blog esta clase de tipos? A mí me parecen víctimas de varios espejismos: el de la participación (vengo a decir que no tengo nada que decir), el del protagonismo público (querer ser famoso y quedarse en tristemente célebre), el de la oportunidad (el síndrome del abrigo en la playa o del bañador cuando nieva), el de la autoridad en la materia ("no sé nada pero soy inteligente y me atrevo a decir").

martes, julio 28, 2009

el espejismo de la honestidad




Si dicen que la mujer del César debe parecerlo, incluso más que serlo... es que conferimos más credibilidad a la apariencia de honestidad que a la honestidad misma, que ésta no resulta fácil averiguarla, pero que aquélla debe resultar evidente. Las apariencias una vez más. Aunque decimos que engañan, parece que mandan si imponen tanto. En este caso, imponen impostura.

martes, julio 21, 2009

el espejismo del misionero


Cree que con su contribución, aquéllos dispondrán de una vida con más sentido. ¿Y la del misionero, tenía sentido antes de encontrar éste que su misión le proporciona?

Cuando aquel primer sentido se relativiza o se devalúa, entonces es reemplazado por otro menos sospechoso, la caridad, aunque para poder seguir proporcionándola, se somete al proteccionismo de quienes provocan con sus acciones u omisiones que la situación que provoca el mal que pretenden aliviar, perdure.

Después llegan otros nuevos misioneros, laicos, y dicen hacer lo que hacen no por caridad sino por solidaridad, ya no necesitan proteccionismo, pero sí alguna permisividad, y con ello abortan la posibilidad de ser más críticos con quienes podrían evitar que esa solidaridad llegase a ser necesaria.

lunes, junio 08, 2009

la mala suerte


Si pensásemos en las innumerables ocasiones de ruina o desgracia, en el catálogo de enfermedades posibles, en la panoplia de posibles accidentes, en los conflictos latentes que podrían eclosionar, los problemas que podrían surgir, tendríamos que considerar la enorme buena suerte que disfrutamos cada día que podemos vivir sin desagradables sorpresas. Sin embargo, bastan dos contratiempos seguidos y tendemos a sospechar...que acaso tengamos mala suerte. Es el espejismo de la mala suerte, y no son pocos los que para esquivarla, alejarla o evitarla, respetan curiosas y absurdas rutinas, elaboran liturgias o pasan a atender algunas de insensato prestigio, o se esclavizan con algunas manías.

lunes, mayo 18, 2009

Caín y Abel. El espejismo del bueno y el malo.



El espejismo del bueno y el malo junto al espejismo de la fraternidad. Esquematismo simplificador, reductor.
Mejor que Caín y Abel, Cael y Abín: buenos o malos...pero no tanto. Malos que se arrepienten, y buenos que también se arrepienten...
Ya ni las buenas novelas recurren a buenos buenísimos y malos malísimos.
En cuanto a la fraternidad... son más los libros que nos muestran hermanos enemistados que los que nos retratan hermanos perfectamente avenidos. ¿Es sólo por su interés dramático?

sábado, febrero 28, 2009

espejismo de certeza



La duda primero fue pálpito, sospecha, o prejuicio, y después el espejismo de una certeza que en realidad es sólo una conjetura.
Nuestro cerebro tiene una propensión a encajarlo todo, por eso cuando parece que algo cuadra, tiende a cerrar la figura. Adora lo geométrico, lo querría todo perfectamente redondo o cuadrado, triangular, pentagonal, no sabe qué hacer con una circunferencia incompleta, con un triángulo si uno de sus lados no alcanza un vértice, no sabe qué hacer con algo de tres lados y medio si no puede considerarse propiamente un cuadrado, necesita figuras cerradas y regulares.
Si el sacerdote parece que… entonces es que...
A la hermana la incomoda la inestabilidad de su pálpito, la fragilidad de su sospecha. (El prejuicio está en la carpeta de preferencias del sistema y actúa automáticamente). El pálpito y la sospecha odian la interinidad, anhelan la seguridad de una plaza fija, apropiarse la certeza. Este anhelo puede provocar un espejismo.
El pálpito y la sospecha siempre recurren a un aliado: la conjetura, ya que con la prisa de su precipitación siempre se olvidan de las pruebas; la conjetura llega siempre rezagada porque es la encargada de recogerlas, si no las encuentra se suele conformar con indicios, eso lleva tiempo, pero siempre termina por alcanzar al pálpito y a la sospecha en el trayecto para de ese modo poder entrar de la mano a la casa de la verdad, llamada también momento de conclusiones; el pálpito con expresión inocente y temerosa, la sospecha con expresión suspicaz, la conjetura con su rictus de rigor. Pero para llegar a algo hay que pasar por conserjería y vérselas con la duda. La duda es una nube inestable y aspira a precipitarse como agua clara y discurrir como un río de certeza, siempre termina dejando pasar al pálpito y la sospecha, aunque con displicencia, pero saluda con respeto a la conjetura. (Los prejuicios son invisibles y se cuelan sin que nadie los vea). La duda, como el pálpito, como la sospecha y la conjetura, quieren lo mismo: abandonar su inestabilidad, su interinidad, porque se sienten demasiado frágiles viviendo a la intemperie de la incertidumbre, pero juntas quizá consigan cambiar esto. El ritual exige que antes de concluir nada compartan mesa, pero sólo les apetece comer pruebas, es lo único que pueden digerir sin estragos, los indicios son sucedáneos y no los metabolizan adecuadamente. Las conjeturas sí aceptan comer indicios, pero a la duda le repiten, le provocan unas digestiones lentas y pesadas. El pálpito sólo come un poco y siempre se queda con hambre. Al cerebro le cuesta no hacer conclusiones. Conjeturas, pálpitos y sospechas tienen que concluir en algo. Como el cerebro tiene sus preferencias, autoejecuta una macro y elige una conclusión que parezca aceptable. Después procede a deshacerse de tanta inquietud limpiando de caché el sistema, lavando los platos. Sin embargo siempre queda algún rastro de todo esto, es por eso que un experto puede recuperar archivos que borramos en un descuido desafortunado, reconstruirlo todo con lo que encuentra en la basura, y esos residuos son la duda.
El pálpito y la sospecha, junto con las conjeturas, (seguidos de los prejuicios invisibles) abandonan la casa de la verdad, también llamado momento de conclusiones, y dejan a la duda sola, rumiando en la conserjería, maldiciendo su buena memoria y su incapacidad para el olvido.

jueves, febrero 12, 2009

miligramos de amigo

Los puedes contar con los dedos de una mano y suelen sobrarte dedos. El refrán dice que si tienes uno, tienes un tesoro. Las redes sociales, además de otro espejismo tienen un regusto de expresión de nuevo rico: más, más grande. Añadir "amigos", considerando las limitaciones de tiempo que todos tenemos resta tiempo para dedicarles. Tendrán miles de amigos...pero porciones ínfimas de amistad.

"Vales menos que un amigo en Facebook" es una buena frase y todo un síntoma:
http://www.elpais.com/articulo/portada/ultima/pirueta/Facebook/elppor/20090213elptenpor_5/Tes